Así, la tarea de una filosofía de la
fotografía consiste
en cuestionar a los fotógrafos respecto de
su libertad,
e investigar su búsqueda de la libertad.
Vilém
Flusser
La historia de la
fotografía es breve y conocida, Daguerre, Talbot y Niepce son personajes legendarios
entre aquellos que blanden la camera obscura.
En esa corta historia los géneros fotográficos han surgido, se han
desarrollado, se han apareado y algunos se han diluido dentro de otros, incluso
antes de alcanzar la madurez. Ninguna aventura más vertiginosa que la de la
imagen fotográfica, el Odiseo de las artes visuales que ha sobrevivido a la
cólera de Poseidón para reinar de nuevo en Ítaca. Y entre esa avalancha de
soldados que disparan obturadores, son pocos los que trascienden por sus
hazañas…
Entre los
géneros fotográficos que se han fortalecido con el tiempo se destaca el
fotoperiodismo, ese justo instante en que pasamos de la historia de la
fotografía a la fotografía de la historia; las estampas del aquí y el ahora que
se anclan en nuestro imaginario. El
fotoperiodista tiene la ventaja de hundirse en un género bien enraizado, pero
el reto de ser el intérprete de una simbología tan compleja como la diversidad
humana.
En la mente de tal
fotógrafo viajan miles de imágenes y, al paso del tiempo, esa conexión que va del
ojo al cerebro y de éste a la mano, se adiestra con disciplina, pasión y tenacidad.
No hay casualidades en la captura de una escena. Existe el momento decisivo que pasa por un tamiz de experiencias y
talentos. El trabajo de Mata es ejemplo
de este oficio en esas condiciones, una combinación ajustada de destreza,
iconografía, análisis y crítica; nos descubre la vida paradójica que él reescribe.
Porque el fotógrafo también crea: aunque los elementos de su obra son
pre-existentes, su manifiesto debe ser nuevo. El trabajo de Francisco Mata es
precisamente un manifiesto nuevo y evolucionado, pero de interpretación abierta
porque no acostumbra la anécdota simplista, la moraleja trillada o el
melodrama. Sus tesis navegan en cierta profundidad, a veces turbia, que obliga
a la activación del pensamiento.
Esta colección
reunida por el autor nos lleva en un viaje por diferentes niveles. El primero,
y más importante, es el de la imagen solitaria. Cada fotografía aislada tiene
un vigor y un recorrido que la destaca, la fuerza de la esencia humana
enclavada en un espacio que se ve alterado con su presencia, el espacio de la
humanidad. En una segunda lectura cada escena está emparejada con otra a través
de paradojas sutiles, ligas formales o sensoriales que crean dípticos renacidos;
imágenes dobles con un código que las separa de su individualidad. El tercer
nivel es el mensaje que el autor está armando para nosotros con esta codificación.
A partir de la paradoja de la vida, Mata nos envuelve en un juego de diálogos:
algunos como juegos sensuales y otros como peleas de gallos. Esta coreografía
de parejas que danzan sobre compases distintos, sincopados, terminan en un
patrón de parvada que migra hacia el mismo punto cardinal.
La fotografía de
Francisco Mata se caracteriza porque nos muestra momentos acertadamente recortados
de la realidad. Pero toda imagen es un código que debe descifrarse, la
fotografía no es el hecho sino su reinterpretación. Los niveles de realidad
entre los que existen el sujeto y la imagen que trasciende, son diferentes. La
fotografía del migrante no es “el migrante”, es una visión del fotógrafo que
nos extiende una gama de símbolos que pueden crear conexiones en nuestro
entendimiento. Una fotografía es una imagen de conceptos, dice Flusser;
fotografiar es buscar posibilidades no descubiertas, imágenes aún no vistas,
improbables…
El trabajo que
vemos en Life is such a paradox,
habla de un dominio de los aspectos formales audiovisuales, pero sobre todo de
la claridad del discurso. ¿Por qué?, porque de manera extraordinaria, el
trabajo de Francisco Mata está lleno del elemento más difícil de conseguir en
el mundo del arte y del pensamiento: está lleno de significados.
Fernando
Sánchez Bernal
Galería
de Arte Carlos Olachea
Festival FOTOSENSIBLE
La
Paz, Baja California Sur, México
Octubre
de 2014