LA ZAMBULLIDA
“Este hueco no es el espacio vacío sino ese lugar que nunca podremos llenar” dijo Héctor Maldonado, miembro y coordinador del colectivo DE/SER/TICO.
Esta exposición nos presenta no una visión diferente de la fotografía sino una opción distinta sobre el proceso creativo y la representación e interpretación de mensajes personales a través de un código visual; te adentras en la exposición y no piensas en términos fotográficos, técnicos, sino que entras en un juego de emociones en el que expositor y espectador van encontrando puntos de coincidencia. La obra no te guía por un camino definido, no te plantea una secuencia ni un patrón; las obras por sí mismas y en conjunto mantienen una interpretación abierta para el que la enfrenta, como cuando dos amigos se sientan juntos, sin hablar, a mirar el horizonte.
hueco parte de un taller de Proceso Creativo Fotográfico, un acercamiento a la fotografía desde el otro lado, por la puerta trasera, digamos. Dejando a un lado tecnicismos, teorías, academia, para partir de la importancia del mensaje; finalmente los formalismos y la formalidad están cubiertos por oficio.
LA TRAMPA
¿Pero qué es lo que crea esas sensaciones? No se trata de una colectiva en la que cada autor escoge sus obras y las juntan, tampoco en la que un curador reinterpreta y reúne el trabajo para plantear su propia visión. El oficio de cada uno de los participantes en lo individual y el trabajo verdaderamente colectivo, de equipo, en la creación del proyecto, se perciben en la obra terminada.
hueco es un juego de intimidad que nos hace pensar no solamente en lo que vemos sino en aquello que no está, lo que no es obvio, lo que se siente por ausencia. Nos lleva en un viaje sin inicio y sin meta, no hay un orden cronológico porque esas sensaciones son constantes y su cambio, su transformación, también es constante. Podemos ver la muestra de un lado al otro, o viceversa. No interesan del todo las cédulas que nos informan del autor porque el conjunto es aún más fuerte. hueco es un recorrido por la médula espinal, son sensaciones que van de lo físico a lo emocional a lo mental: la intimidad de los pies, los trozos de cuerpos, los elementos los pedazos de realidad que reinterpretan los autores para enviarnos mensajes encapsulados.
“Este hueco no es el espacio vacío sino ese lugar que nunca podremos llenar” dijo Héctor Maldonado, miembro y coordinador del colectivo DE/SER/TICO.
Esta exposición nos presenta no una visión diferente de la fotografía sino una opción distinta sobre el proceso creativo y la representación e interpretación de mensajes personales a través de un código visual; te adentras en la exposición y no piensas en términos fotográficos, técnicos, sino que entras en un juego de emociones en el que expositor y espectador van encontrando puntos de coincidencia. La obra no te guía por un camino definido, no te plantea una secuencia ni un patrón; las obras por sí mismas y en conjunto mantienen una interpretación abierta para el que la enfrenta, como cuando dos amigos se sientan juntos, sin hablar, a mirar el horizonte.
hueco parte de un taller de Proceso Creativo Fotográfico, un acercamiento a la fotografía desde el otro lado, por la puerta trasera, digamos. Dejando a un lado tecnicismos, teorías, academia, para partir de la importancia del mensaje; finalmente los formalismos y la formalidad están cubiertos por oficio.
LA TRAMPA
¿Pero qué es lo que crea esas sensaciones? No se trata de una colectiva en la que cada autor escoge sus obras y las juntan, tampoco en la que un curador reinterpreta y reúne el trabajo para plantear su propia visión. El oficio de cada uno de los participantes en lo individual y el trabajo verdaderamente colectivo, de equipo, en la creación del proyecto, se perciben en la obra terminada.
hueco es un juego de intimidad que nos hace pensar no solamente en lo que vemos sino en aquello que no está, lo que no es obvio, lo que se siente por ausencia. Nos lleva en un viaje sin inicio y sin meta, no hay un orden cronológico porque esas sensaciones son constantes y su cambio, su transformación, también es constante. Podemos ver la muestra de un lado al otro, o viceversa. No interesan del todo las cédulas que nos informan del autor porque el conjunto es aún más fuerte. hueco es un recorrido por la médula espinal, son sensaciones que van de lo físico a lo emocional a lo mental: la intimidad de los pies, los trozos de cuerpos, los elementos los pedazos de realidad que reinterpretan los autores para enviarnos mensajes encapsulados.
El formato ayuda; finalmente la forma también es fondo. Es decir, por dificultades técnicas es difícil que nos enfrentemos a grandes formatos en fotografía a diferencia de la pintura. Sin embargo, la posibilidad existe y plantea recovecos diferentes, los tamaños también descontextualizan los elementos para crearnos conexiones diferentes y relaciones diferentes; significa una aventura lograr grandes formatos con eficiencia. Además, es difícil resolverlos técnicamente, el marco negro y el vidrio (o acrílico en su caso) no siempre son la mejor solución y sólo me queda esa duda como una piedrita en el zapato.
DE FRASES NO HUECAS
La exposición se acompaña de frases, construidas igualmente por los autores y sin relaciones directas con los productos visuales específicos, es decir, son más un manejo de la museografía que el conjunto de la obra. Hay un riesgo implícito en la combinación de códigos, la interdisciplina (lenguaje escrito y código visual), ya que cada uno tiene bases, estructuras y soluciones diferentes a un proceso creativo. Robert Doisneau dijo en una entrevista que la disciplina artística más cercana a la fotografía no era ninguna de las otras artes visuales sino la poesía (base para la reflexión de otro momento); y de alguna manera DE/SER/TICO toma ese principio y lo aprovecha. Museográficamente, para el manejo del espacio y el sentido de la vivencia, el resultado es conmovedor; para el análisis y disfrute de sus fotografías… prefiero quedarme sólo con eso, las imágenes.
DE/SER/TICO como colectivo es un ente más fuerte que sus autores, otro de esos cadáveres exquisitos que rompen la lápida y el epitafio para caminar con vida propia.